Desde que Bram Stoker publicó su célebre "Drácula" en 1897 se extendió por todo el mundo conocido una pasión sin límites sobre los vampiros, los chupasangre, esas criaturas que no soportan la luz del sol, ni los ajos, ni los crucifijos... pero que sin embargo son los monstruos más seductores. Pocas víctimas mueren con tanto placer como cuando ofrecen sus cuellos y su sangre al vampiro de turno a cambio, eso sí, de la vida eterna. Miguel G. Aracil, uno de los especialistas más cualificados del mundo del misterio en España, nos ofrece un recorrido dividido en dos etapas (España y el resto del mundo), por los lugares en que estas criaturas de la noche han dejado un rastro plagado de cadáveres, terror, misterio... y fascinación.